En el contexto de la industria automotriz hay marcas masivas y otras que no lo son. En el primero de los casos podríamos mencionar a fabricantes como Chevrolet, Toyota o Volkswagen, mientras que en el segundo están aquellas más , como BMW, Mercedes-Benz o Porsche. Sin embargo, existe un puñado de marcas que apuntan al superlujo, donde podemos ver los casos de Bugatti o Rolls-Royce. En los últimos trece años hemos visto cómo la marcas tratan de expandirse a públicos más "generalistas", con la llegada de nuevos modelos de entrada, como fue el caso del A1 para Audi, la Serie 1 para BMW o el Clase A de la marca de la estrella de tres puntas, ampliando su base de clientes y con ello aumentando sus volúmenes de ventas.
Rolls-Royce está al tanto de esta tendencia en la industría y, al respecto, en una reciente entrevista concedida a ABC News por parte del recién nombrado CEO de Rolls-Royce Norteamérica, Jon Calbeth, el directivo dio declaraciones interesantes para alertar a los fabricantes de autos de lujo sobre los peligros que acarrea perseguir volúmenes: "es una carrera hacia el abismo que pone en peligro la imagen de las marcas". Actualmente existen "muchos fabricantes de autos costosos, que tienen sus concesionarios abarrotados de unidades".
El alto directivo de la firma británica señaló que Rolls-Royce "quiere invertir en la marca y que crezca con modelos realizados a medida de sus clientes". Por lo anterior, el departamento de personalización Bespoke cobra gran importancia como nuevo motor del negocio. Los clientes no acuden a un concesionario, sino que visitan oficinas privadas donde encargan modelos realmente únicos y realizados a la medida de sus deseos, pero con un "precio justo". En pocas palabras, si alguien va a comprar un Rolls-Royce, quiere que sea "su Rolls-Royce", único e irrepetible; la manera de lograrlo es mediante la personalización.
No olvidemos que hace poco más de un año, la compañía anunció una cuantiosa inversión de 370 millones de dólares en la ampliación de las instalaciones de Goodwood, en Inglaterra, en favor del programa Bespoke, para ayudar al fabricante a superar las demoras en el proceso de producción actual. Es así como producto de las mejoras, en el taller de pintura se podrán aplicar pinturas bitono a más modelos.
